Mientras no exista una vacuna o tratamiento, el riesgo de contagiarse no desaparecerá. Por lo que siempre se deben mantener el distanciamiento físico, el uso de mascarilla, la higiene de manos y las medidas de autocuidado.
Una buena manera de calcular una adecuada distancia física es estirar su brazo y el de la otra persona.